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Bicentenario: Los alumnos no le ven sentido a la escuela

Publicado en por serale

Veamos qué piensa al respecto Fernando Haddad, Ministro de Educación de Brasil.

 

¿Cuándo asumió su mandato?

En julio de 2005.

¿Qué le pidió Lula ese día?

(..)Luego de su reelección: me pidió que en 60 días le presentara un plan para garantizar una reforma de la educación, sin restricción de la inversión. Desde ese día, el presupuesto educativo se triplicó de US$ 20 mil a 60 mil millones.

En Brasil, no hay dificultades de cobertura en el nivel básico sino en la educación infantil y en la superior: la gran deuda es la calidad. Estamos invirtiendo en una alternativa de educación media profesionalizante que los retenga más tiempo, ampliar el horizonte de la escuela para atraerlos.

¿En que invirtió Brasil?

La falta de recursos es uno de nuestros grandes problemas: Con el aumento sustancial del presupuesto fue posible agrandar la cobertura desde la guardería hasta el posgrado. Todos los niveles fueron dinamizados, sin excepción. Y la mayoría de los recursos fue a la educación básica.

¿Cuáles son sus principales preocupaciones?

El gran problema es la calidad y que los jóvenes no le ven sentido a su permanencia en la escuela. Hay tres asuntos prioritarios: mejorar la cobertura para chicos de 0 a 3 años que es muy baja; brindar educación profesional en el nivel medio, y perfeccionar la formación de los profesores, para mejorar sus condiciones de trabajo, atraer talentos a la carrera del magisterio, con mejores salarios y condiciones de formación.

¿Cómo buscan la calidad?

Es una cuestión controvertida. Mejoramos, pero venimos de una caída drástica en los 90. La matrícula por edad y su atención es señal cuantitativa de la calidad, pero hay que superar esta instancia.

¿Cómo?

El punto es unir la cantidad con la calidad. La oferta es el asunto en juego, la calidad de los proyectos educativos. Si la secundaria no dialoga con las perspectivas de los jóvenes, no van a ir a la escuela. Enfrentamos este problema diversificando la atención e integrando la formación profesional.
Al superar la cuestión cuantitativa, ¿qué se entiende por calidad?

El objetivo de la calidad no es sólo acceder a la escuela, a la universidad. El sentido de la educación es pertenecer a una cultura, adueñarse, criticarla para poder distanciarse, emanciparse. Dominar la lectura y la matemática es una señal inequívoca de calidad. Pero hay otros presupuestos inequívocos que no son mensurables en pruebas. ¿Cómo se mide si un alumno está siendo educado para la tolerancia? Los trazos de carácter se pueden engañar, la lectura y la escritura, no. Por eso no sólo importan las competencias básicas. Hay otra dimensión que es la cultura, la educación democrática que permite y promueve que se adueñen de ese universo.

Fuente: Clarín, domingo 9 de mayo de 2010

 

 

Muchos de los problemas de la educación argentina son problemas latinoamericanos y mundiales. En Brasil también uno de los grandes problemas es el tema de la calidad. Pero hay algo que reconoce el Ministro de Educación de Brasil que seguramente nunca lo harán los responsables de la educación de nuestro país.  El gran problema es que los jóvenes no le ven sentido a su permanencia en la escuela.

 

Creo que el problema está acá. Desde el mismo momento en que la educación Media no asegura un éxito en el mercado laboral, los jóvenes no le ven sentido. Desde el mismo momento en que la educación Media no asegura un empleo formal, los jóvenes no le encuentran sentido a la escuela. Desde el mismo momento en que la educación Media no asegura el ingreso a la universidad, los jóvenes no le encuentran sentido. Desde el mismo momento en que la educación Media no asegura movilidad social, los jóvenes no le encuentran sentido.

 

Es el gran desafío. La educación Media tiene necesariamente que cambiar para que los jóvenes le encuentren sentido. Y no alcanza solamente con cambiar planes de estudios, hay que hacer mil cosas paralelamente.

 

Y lo primero que hay que hacer es reconocer esta realidad. Hay que reconocer lo que  en Brasil se reconoce, no hay que ser autistas. Si no se reconoce primero el problema, el problema jamás existirá. Y por ende no habrá soluciones. ¿Algún día Cristina y Sileoni y/o un ministro de educación en funciones admitirán qué los jóvenes no le ven sentido a la educación?

 

Hasta Pronto

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