Lo que deja la semana

La semana que acaba de terminar fue un poco agitada y con varias noticias importantes para todos nosotros: recibimos el aumento por decreto de Scioli, los medios de comunicación por fin trataron un tema importante del sistema educativo-como el Plan Fines-y tuvimos un Paro General en el medio.

¿Qué podemos decir sobre nuestros salarios? El aumento fue del 10% aproximadamente, y no creo que recibamos mucho más en mayo, lo cierto es que este aumento ya se lo “comió” la inflación. El INDEC ya dijo que la inflación de enero fue del 3.7, la de febrero de 3.4, y la de marzo-la establecerá en la semana que empieza-rondará el 3%: total 10% de inflación en el primer trimestre del año, que anualizada llegaría a cerca del 40%-y todo con los datos oficiales, ni hablar de la inflación Congreso, o de la de San Luis que ya estableció un 14 % de inflación para el primer trimestre.

Desde lo salarial ya perdimos claramente, resta saber cuánto vamos a perder en el año, para saber este dato tendremos que espera hasta diciembre, pero el ajuste es importante, más teniendo en cuenta que en los próximos meses tendremos que sumar los tarifazos. Hoy el Gobierno “nac & pop” está más cerca del FMI y del Club de París que de los trabajadores, y por eso el paro fue importante, el Gobierno podrá decir cualquier cosa para acomodar su discurso al tradicional Relato, pero el ajuste se siente, y mucho. Más en el sector docente donde partimos de pisos salariales muy bajos, y donde gran parte de nosotros siempre arranca el año perdiendo algún curso provisional por desplazamientos. 

El otro tema de la semana fue la nota de Clarín sobre el Plan Fines: por fin un medio de comunicación trata un tema realmente importante del sistema educativo. ¿Qué podría decir yo sobre el Fines que ya no haya dicho desde estas páginas? Hay varios  artículos que expresan un poco la nota de Clarín. El Fines es un desaguisado del sistema que tiene graves consecuencias no sólo para los jóvenes, sino también para todos nosotros.

Las consecuencias más visibles para los jóvenes es que se le vende “espejitos de colores” y se los utiliza políticamente. Permitir que los chicos terminen el secundario en tres meses, y decirles que es una política de inclusión es una falacia. Los jóvenes no adquieren ni remotamente las capacidades necesarias para seguir estudiando en un nivel terciario y tampoco les soluciona a futuro su inserción en el mercado laboral: ya hay avisos de empleadores que buscan empleados con la leyenda “Plan Fines abstenerse”.

No quiero extenderme mucho más sobre el Fines, lo cierto es que los secundarios de adultos están pasando a la historia-yo lo veo en mis propios colegios-y en los últimos años cerraron muchos cursos. ¿Qué pasará en los próximos años si el Fines se combina con el Plan Progresar?...

Los alumnos mayores de 18 años directamente dejarán de existir como alumnos de la secundaria tradicional, qué chico del conurbano va a querer perderse $600 y la posibilidad de lograr un título de secundario “exprés”. Incluso muchos de 17 años podrán pensar “dejo el secundario, espero un año y hago el secundario con el Plan Progresar”, y el Plan Progresar es “primo” del Fines, los jóvenes podrán estudiar en los mismos lugares donde ya funcionan el Fines sin ir necesariamente a la escuela.

Hay que estar muy atentos porque las consecuencias a futuro están directamente relacionadas con nuestro trabajo. Corremos el peligro que en los próximos años empiecen a cerrar cursos y cursos-ya no sólo del bachillerato de adultos-sino del secundario tradicional. Prestemos mucha atención a la matrícula de nuestros colegios, yo ya este año tengo cursos muy chiquitos, con muy pocos alumnos. Tenemos que prestar atención a estos datos, si el Fines y el Progresar se combinan directamente nuestras fuentes de trabajo estarán amenazadas…no quiero ser pesimista, pero los datos me llevan a estas conclusiones….

Serale.

En la nota de Clarín se decía “el Fines es para maquillar el fracaso escolar”, creo que es así, siempre los funcionarios están pendientes de las estadísticas que en definitiva son las que tienen que presentar a la sociedad para sostener la gestión. Hoy de cada 100 alumnos que entran a la primaria sólo 37 completan la secundaria, y todo en medio de la obligatoriedad del secundario. Primero fueron las semanas de “recuperación de los objetivos”, luego se sumaron la “semana de orientación”, después se flexibilizaron los ausentes, más tarde apareció la posibilidad de rendir una mesa “extra” si el alumno se quedaba con tres materias, detrás de todo el COA y el Fines, y ahora el Plan Progresar…¿no es legítimo pensar que los planes de terminalidad son para disminuir el impacto del fracaso escolar? Sin el Fines las estadísticas sobre el abandono y la deserción escolar serían más escandalosas, medio millón de chicos se recibieron con el Fines desde 2007, es una ayuda para amortiguar las cifras que por sí ya son escandalosas…