“Yendo de la pública a la privada”: el debate

En los últimos artículos colgué en el blog datos de nuestra realidad educativa: la escuela pública pierde matrícula a costa de la escuela Privada.

Este es un tema que se llevó buena parte de las entradas del blog en los últimos 3 años, pero ¿qué pasa?

Según Clarín, algunas de las causas de esta migración desde la escuela estatal a la privada se da por: Seguridad y disciplina, cantidad de días de clases, calidad educativa, socialización…

Pero ¿qué pasa? Tal vez esas sean algunas de las razones que llevan a las familias a buscar cada vez más una escuela privada para sus hijos, pero seguramente hay otras causas.

Lo que yo quiero decir-desde mi experiencia-es que no hay que endiosar a las escuelas privadas. Hay escuelas y escuelas privadas. Hay muchas que dejan mucho que desear. ¿Alguien trabajó alguna vez en una escuela de monjas?...

Muchas escuelas son insufribles. Muchas escuelas privadas son-y tienen-el espíritu de una empresa, donde todos son simplemente números. Esto es muy fácil de comprobar. Si partimos del concepto de que "para que un docente pueda trabajar cómodamente"-y también los alumnos-no puede haber en el aula más de 25-30 chicos, en muchas escuelas privadas hay cursos con 40 y hasta 50 alumnos. Y la razón no hay que explicarla mucho: un chico es igual a una cuota…1 chico=a 1 cliente.

Y en muchas escuelas privadas los alumnos son clientes, y el cliente siempre tiene la razón. ¿Nunca escucharon a un alumnito del privado decir a sus profesores “yo te pago el sueldo”?...¿Nunca escucharon decir a un padre “yo tengo todos los derechos”?...¿Nunca escucharon a una directora de privada decirles a sus profesores “tómenles a los chicos todas las pruebas necesarias hasta que apruebe”?...

Las escuelas privadas son verdaderas empresas y lucran con todo. Cuota + cuota de mantenimiento + uniforme que la misma escuela vende + excursiones que cobran como si uno comprara un paquete turístico en Buquebus + materias extra programáticas + boludeces varias…

Las problemáticas sociales en muchos casos son las mismas que en las escuelas estatales y yo prefiero las escuelas públicas.

Pero hay escuelas y escuelas. Hay muchas que dentro de todo son prolijitas, son agradables, con chicos que estudian. Pero claro, en el Estado pasa lo mismo, hay muchas que dentro de todo-y dentro del contexto general-más o menos funcionan.

No hay que endiosas a las escuelas privadas. Aunque lamentablemente los padres sí las endiosan. Sino no se entiende cómo hasta las familias pobres hacen un esfuerzo para mandar a sus hijos a una privada. Lo veo diariamente, conozco gente que gana “dos mangos” y aún así manda a sus hijos a una escuela privada.

Yo creo que la gran diferencia con una escuela estatal es la contención. Y cuando hablo de contención me refiero a que los padres saben que los chicos van a estar en la escuela. En las privadas hay sí más días de clases, no hay paros, no salen temprano, no hay tanto ausentismo docente, por lo demás casi no hay grandes diferencias con el Estado.

Pero hay escuelas y escuelas. Hay muchas privadas que son empresas. Y empresas mal gestionadas, cobran una cuota de 300-600 mangos y tienen los mismos problemas de infraestructura que las escuelas del Estado. Son empresas. Trabajé en una 3 años. Me acuerdo que una vez no fui a trabajar, llamé por teléfono, le expliqué al secretario que tenía mucha fiebre…al día siguiente, el secretario, cuando me vio, lo primero que hizo fue pedirme la constancia…ni se preocupó de preguntarme cómo estaba…

En fin…

Todo el sistema educativo está mal. Todo está muy fragmentado. Todo esta descalibrado, y en este contexto hay de todo: hay escuelas y escuelas.

Pero lo que a mí más me interesa es saber qué pasa con la escuela pública. Y para ello voy a rescatar un artículo del año pasado de Gustavo Iaies que explica un poco qué le pasa a la escuela pública.

Lean el artículo de Iaies y después se darán cuenta por qué es uno de los pocos teóricos de la educación respetados por Polimodalitos.

Hasta Pronto

Serale

http://polimodalitos.over-blog.es/article--la-escuela-publica-esta-privatizada--40911930.html

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La escuela pública está privatizada

Por Gustavo Iaies

Nadie en la Argentina deja de definirse como defensor de la escuela pública cuando habla de educación. Esa afirmación sirve para declarar un paro, criticar a los maestros, explicar las razones por las cuales una familia ha optado por una escuela de gestión privada, es decir: para todo. Se pueden defender causas totalmente opuestas con la bandera de la defensa de la escuela pública.

¿Qué es una institución pública? Más allá de matices, podemos decir que son aquellas que controla y regula el Estado y las que tienen objetivos que superan cualquier interés privado. La escuela es pública porque está por encima de los derechos y obligaciones de cada uno de nosotros, responde al interés de todos.

¿Es pública la escuela pública, entonces? En principio, los estados provinciales no están pudiendo controlarla, ni siquiera para garantizar 180 días de clase.

En segundo lugar, pareciera sometida a objetivos políticos, sindicales, económicos, por sobre los públicos: que los alumnos culminen su escolaridad y aprendan lo que la sociedad ha fijado como apropiado en los diseños curriculares. Es decir, los objetivos públicos han quedado relegados, los chicos no están aprendiendo lo pautado y cada vez son más los jóvenes que abandonan la escuela. Hemos "privatizado" la escuela pública: prevalecen los intereses políticos, sindicales, económicos, por sobre los públicos, los de todos.

Y eso no tiene que ver con quién la gestione, el Estado o los privados. La escuela se privatiza cuando el Estado pierde su control y deja de responder a los objetivos colectivos. El desafío entonces es hacer pública la escuela pública.

Nada es más importante que la formación de los chicos y jóvenes. Nadie puede apropiarse del interés público, ni los gobiernos, ni las corporaciones, ni las empresas, ni los grupos profesionales pueden someterlo a sus objetivos privados, por justos que éstos resulten.

No hay debate ideológico, sindical, político, social, que justifique dejar a los chicos sin una educación de calidad. Hablemos claro: tenemos que fijar pautas que protejan a la escuela y cumplirlas. No alcanza con leyes que promueven derechos y mejoras pero no establecen las responsabilidades de cada uno y las sanciones para quienes no las cumplen. Nuestro problema no es tanto aumentar los derechos, sino cumplir las obligaciones. Si la educación de calidad es un objetivo de todos, eso debe ser expresado por toda la sociedad. Padres, familias, ciudadanos en general, debemos demandar una mejor educación para nuestros chicos y jóvenes.

Somos una sociedad que suele mezclar las palabras y las cosas, como decía Michael Foucault. Declaramos la defensa de la escuela pública, para privatizarla. Quizás haya llegado la hora de hablar claro, evitar los ideologismos: los chicos y los jóvenes necesitan ir a la escuela, formarse y aprender. Y los adultos de esta sociedad debemos garantizarles ese derecho. El resto importa menos.