La importancia de la diversidad en la educación

En tres o cuatro de mis artículos que escribí para el blog  rescataba la importancia de la educación tradicional, la educación donde los chicos de las distintas clases sociales compartían un mismo colegio, donde el hijo del profesional se sentaba al lado del hijo del obrero. Hoy lamentablemente las escuelas están tan fragmentadas que parecería que hay escuelas donde sólo asisten alumnos de sólo un sector social. Las escuelas en los country o las escuelas en las villas de emergencias parecen ejemplos extremos de esta realidad que nos toca vivir por estos días. En está situación los chicos de familias con alto poder adquisitivos ven a los chicos pobres solamente en fotos, y los alumnos pobres no pueden tener contacto con sus pares de sectores sociales más acomodados. Así, estos últimos no pueden adquirir ninguna vivencia que a futuro les permitan cambiar su propia realidad, es que a las experiencias hay que vivirlas, no solamente “leerlas y/o escucharlas”.

Por otro lado los chicos de los colegios acomodados, sólo profundizan una profunda discriminación hacia los chicos pobres, creando la imagen de que son sólo chorros, que viven de los planes sociales a cambio de un choripan,etc. Y Cuando llegan a grandes se convierten en “Macris”.

Justamente en estos días de vacaciones forzadas por la gripe “A” encontré en mi biblioteca un libro del que voy a transcribir un párrafo para reforzar esta hipótesis. Es un libro sobre el “Che” Guevara, de Jorge Castañeda, mexicano de derecha, y por cierto  bastante crítico sobre la figura mítica del “Che”,  no obstante siempre se puede descartar ideas interesantes de cualquier libro, aquí el párrafo:

“Quizás los dos aspectos más notables del paso de Ernesto por el par de escuelas públicas de Alta Gracia donde cursó la primaria-la San Martín primero y la Manuel Solares después- se desprenden de la actitud de sus padres y de las consecuencias de asistir justamente a una escuela pública en los años otoñales de la Argentina oligárquica. Resultaría trascendente una incipiente diversidad que ya chocaba con las tendencias igualadoras de la educación pública, laica y obligatoria. La obligatoriedad de la enseñanza primaria no revestía únicamente un carácter principista (…) los dos colegios de Alta Gracia en los que estuvo inscripto abarcaba a niños de las afueras de la villa, del campo (…) en algunos casos “morochos”, procedentes de hogares humildes, para los cuales ésa era la primera generación escolarizada. La gran diferencia entre la Argentina y el resto de América latina en aquellos años (…) residía en la existencia de estas instituciones igualadoras por excelencia (…) la inmensa brecha que separó siempre al Che adulto de muchos de sus compañeros cubanos y del resto de Latinoamérica en cuanto al trato y la sensibilidad para con sus interlocutores de clases, razas, etnias y educación diferente nace de este cruce precoz con la igualdad. Brota también de la experiencia de la diversidad, típica de la educación republicana en un continente donde las elites no suelen gozar del encuentro con otros…”(el subrayado es mío)

Para pensar ¿No?....o repensar la educación…

Hasta Pronto

SERALE

Fuente: La Vida En Rojo, una biografía del CHE GUEVARA, Jorge G. Castañera, Espasa, Buenos Aires, 1997. Pág. 31