Les incendiaron la escuela y terminan el año con clases bajo los árboles

"La escuela es mi segunda casa", decía el cartel que sostenía con tristeza una alumna de la Escuela Primaria Nº 57 "Jorge Luis Borges" el día en que retomaron las clases bajo los árboles. Es que, luego de que un incendio intencional destruyera totalmente a esta querida institución del barrio Anderson de Cuartel V, en Moreno, más de 400 chicos de entre 6 y 12 se años quedaron sin aulas.Pero también sin comedor, dado que allí reciben viandas. Ahora reclaman por la pronta reconstrucción del edificio para poder comenzar el ciclo lectivo 2016.

"La gente del barrio y los padres nos apoyan. Las familias siguen preguntando por la inscripción para el año que viene así que hay una ilusión y nosotros a pesar de todo anotamos igual porque en algún lugar se van a tener que dar las clases", dice esperanzada Sonia Beltrán, la directora del colegio.

El pedido desde la comunidad educativa es que no se demore la reconstrucción y que puedan iniciar en marzo en su propio edificio. "Creemos que aunque sea un edificio construido con material en seco, es posible hacerlo rápido", explica.

En la escuela calculan que para funcionar en sus dos turnos necesitan 11 salones: siete para clases, uno para biblioteca, uno para Dirección, uno para Secretaría y uno para el equipo de orientación escolar. Además, deben reconstruir la cocina y el depósito que son imprescindibles para garantizar las viandas.

Gabriel Del Río, presidente del Consejo Escolar de Moreno, adelantó: "Hay un período de evaluación, legajo de obras y proceso licitatorio.Para marzo no llegamos seguro. Habrá que ver alguna institución en el barrio que pueda prestar las instalaciones".

El incendio se produjo en la madrugada del domingo 29 de noviembre cuando tres jóvenes ingresaron a la escuela y robaron un LCD y netbooks de la biblioteca. Antes de retirarse, al empezar a sonar la alarma, prendieron fuego la institución con combustible.

Cuatro dotaciones de bomberos acudieron para apagar las llamas pero las pérdidas fueron totales. Detuvieron a dos menores de edad que estarían implicados, pero ya se encuentran en libertad.

Con las lágrimas aún en los ojos y mucha bronca e impotencia, Beltrán y el resto de los docentes y administrativos no perdieron tiempo y se pusieron a trabajar al día siguiente del incendio.

"Perdimos archivos, legajos, todo. Y estamos reconstruyendo la información. Lo que podemos, porque tampoco tenemos computadora ni impresora. Pero seguimos adelante", sostiene la directora.

"Es algo muy triste ver nuestra escuela en las condiciones que quedó. Ver las caritas de tristeza de nuestros alumnos nos da fuerza para seguir, pero a su vez nos parte el corazón.Las familias están muy preocupadas por cómo van a tener clases sus hijos el próximo año. Vienen todos los días a preguntar en qué nos pueden ayudar", señala Patricia Darmon, docente. Y destaca: "Todos tenemos mucha energía y vamos a salir de esta situación porque somos docentes comprometidos con la educación pública".

Las clases se reiniciaron el jueves 3 pero como son al aire libredependen del clima para garantizar su continuidad. Para dar comienzo, los padres y chicos hicieron un emocionante abrazo simbólico. También recibieron mensajes de aliento de los estudiantes y maestros de otras escuelas.

"Estamos todos muy tristes con esto porque es la escuela a la que fueron mis hijos y ahora está el más chico. Nos preocupa qué va a pasar el año que viene, pero no vamos a cambiarlo de colegio", dijo el padre de uno de los alumnos.

La cocina con la que hacían las viandas también está destruida y por eso no tienen dónde prepararlas. La solución desde el Consejo Escolar es enviar fiambre para armar sándwiches pero en el colegio reclaman viandas porque hay chicos que no tienen otra comida diaria más que esa.

"Desarrollo Social mandó fideos, mermelada, leche en polvo y cereal. Así que eso lo repartimos entre los alumnos", se resigna Beltrán.

Ante la delicada situación general de la Primaria 57, cualquier ayuda es bienvenida. "No tenemos nada. Como estamos en el patio necesitaríamos un armario con llave para poder guardar los papeles administrativos, una computadora e impresora, microondas o cocina chiquita para poder preparar aunque sea un mate cocido para los chicos. También hacen falta baldes, trapos de piso, artículos de limpieza y botiquín de primeros auxilios", enumera la directora Beltrán, a quiense puede contactar por Facebook para acercar donaciones.

Otro de los temas que les preocupa bastante a las maestras y a los chicos es el acto de fin de año. "Estamos viendo dónde hacer la fiesta de egresados, seguramente será en el patio. En la finalización de ciclo habrá una murga de toda la escuela el martes 15 en el frente del establecimiento", anticipa Darmon. Pero para el evento necesitan que alguien les preste un equipo de música dado que el de ellos lo perdieron durante el incendio.

Clarín Zonales