Educación: ¿a quién le importa?

Por Silvia Fesquet

Para apenas el 15 por ciento de los argentinos la educación es uno de los problemas serios que tiene el país. El resultado, que arroja una encuesta de Haime & Asociados, indica así que este ítem ocupa el puesto ocho entre diez de las preocupaciones fundamentales hoy en Argentina. Un observador desprevenido podría pensar que el nivel de preparación y conocimiento de los estudiantes, por estos lados, es superlativo, y que podríamos, así, descansar sobre los laureles educativos que supimos conseguir. La realidad lo desmiente: días pasados, de 500 aspirantes a ingresar a la Policía local de Mar del Plata,- hombres y mujeres de entre 18 y 30 años, con título secundario todos ellos-, sólo 140 aprobaron “cosas que se aprenden en primaria y secundaria... analizar un texto, sacar ideas principales”, de acuerdo con el jefe de esa fuerza. Nada de qué extrañarse si se hace un poco de memoria: según lo revelado por las últimas pruebas PISA, el 53,6 % de los chicos de 15 años es incapaz de determinar la idea central de un texto, hacer “inferencias sencillas”, o efectuar comparaciones. Y esto no los afectará solamente en la nota que puedan obtener a fin de año, sino que los dejará fuera de carrera para los trabajos más elementales y, aun más allá, hasta para la vida. En uno de los ejercicios -no igual, pero similar al que aquí se plantea- los alumnos debían interpretar un texto en que se advertía sobre el potencial riesgo que entrañaba, para personas alérgicas al maní, el consumo de una partida determinada de galletitas, con posibles trozos de ese alimento. Uno de cada dos chicos no logró comprender la advertencia. Pero, hoy por hoy, cosas como éstas parecen no importarle a casi nadie.